14 | Diciembre | 2023
Estrategias financieras para pequeños negocios
Dentro de la economía del país, las pequeñas y medianas empresas desempeñan un papel fundamental, pues representan un 42% del Producto Interno Bruto y generan el 78% del empleo nacional. Sin embargo, se enfrentan a numerosos desafíos financieros que determinan su supervivencia a largo plazo.
En su gran mayoría, la limitación de recursos y volatilidad del mercado son el mayor obstáculo de las pymes. Es por esto que las estrategias financieras correctas se vuelven la columna vertebral que impulsa su crecimiento y estabilidad.
¿Qué es una estrategia financiera?
La estrategia financiera se trata de un conjunto de acciones planificadas para la gestión de recursos, permitiendo alcanzar los objetivos financieros a corto, mediano y largo plazo.
Comúnmente, las estrategias financieras suelen conformarse de ciertos elementos clave:
- Presupuesto: el desarrollo de un presupuesto detallado, estableciendo cómo se asignarán los recursos económicos en función de los objetivos y las prioridades.
- Gestión del flujo de efectivo: implementar prácticas para monitorear y gestionar el efectivo, asegurando que haya suficientes recursos disponibles para cubrir las obligaciones financieras.
- Inversión y rendimiento: se trabajan políticas de inversión con el objetivo de maximizar los rendimientos de los activos financieros, equilibrando con los riesgos.
- Financiamiento: es importante tomar en cuenta la identificación de posibles fuentes de financiamiento. Sea a través de préstamos, inversionistas o la emisión de acciones, con la meta de cubrir las necesidades de la empresa de forma eficiente y sostenible.
- Gestión de deudas: las planificación de estrategias para la gestión y optimización de las deudas de la empresa, incluyendo la renegociación de términos y el mantenimiento de una relación saludable deuda-capital.
- Planificación fiscal: las estrategias financieras también requieren el desarrollo de las estrategias fiscales para minimizar la carga impositiva de la empresa, aprovechando los incentivos fiscales y cumpliendo las obligaciones tributarias eficientemente.
- Análisis financiero: por medio de herramientas y métricas financieras se evalúa el rendimiento y la salud financiera de la empresa, permitiendo la identificación de áreas de oportunidad para el crecimiento.
- Gestión de riesgos financieros: la identificación y mitigación proactiva de los riesgos financieros, como lo son la volatilidad del mercado, los cambios en las tasas de interés o fluctuaciones en los tipos de cambio.
Importancia de una estrategia financiera
Ahora bien, como mencionamos al inicio, las estrategias financieras ofrecen los fundamentos y el soporte a las empresas, permitiéndoles mejorar la gestión de sus recursos y asegurar su estabilidad en materia de finanzas.
La importancia de una estrategia para las pequeñas y medianas empresas recae en que funciona a modo de guía sobre cómo se planea alcanzar los objetivos a corto y largo plazo, principalmente. Ofrece una dirección coherente y ayuda a mantener el rumbo hacia las metas financieras.
Además, una estrategia financiera bien definida facilita la toma de decisiones informadas, proporcionando datos clave que respalden las decisiones importantes.
Características de las pequeñas y medianas empresas
Una vez teniendo en cuenta la importancia de las estrategias financieras, vale la pena considerar las características que distinguen a las pymes de otras empresas.
Es importante identificar en qué categoría se encuentra tu empresa, para tener más claro el tipo de estrategia a seguir y los planes de acción que se deben tomar para tu situación específica.
Como mencionamos al inicio, las pequeñas y medianas empresas se enfrentan a diversos obstáculos como pueden ser:
- Comercio informal, que impacta en el desarrollo de la misma empresa.
- Oportunidades de financiamiento más limitadas.
- Procesos operativos en desarrollo.
- Limitado acceso a la tecnología y herramientas que faciliten los procesos.
- Vulnerabilidad ante crisis económicas mundiales y locales.
Se puede notar que, la mayoría de los desafíos están directamente relacionados con las finanzas. ¿Por qué? debido al mismo tamaño de la empresa, su volumen de ventas, el reconocimiento que tiene en el mercado, entre otros aspectos que caracterizan a las pymes.
Cualquier entidad que desarrolle una actividad económica, de forma recurrente, se puede considerar una pequeña empresa, sin embargo, existen puntos específicos que sirven para determinar si tu negocio se trata de una pequeña o mediana empresa.
- Tamaño: se trata de organizaciones pequeñas en cuanto al número de empleados, las dimensiones de la infraestructura y su operación.
- Recursos: tiene recursos financieros, tecnológicos y humanos limitados, en comparación con las oportunidades de las empresas grandes.
- Heterogeneidad: suelen abarcar más de un giro o no tienen bien definidas sus actividades.
- Flexibilidad: al ser empresas pequeñas o que recién inician, es probable que sus procesos no estén delimitados y sean menos formales. Van adaptándose según las condiciones del mercado y a lo que piden los clientes.
- Local: suelen operar en una ubicación limitada, sin tener la posibilidad de expandir sus operaciones a otras ciudades o países.
Ahora, dentro de las empresas existen diferenciadores específicos que las convierten o definen como microempresas, empresas pequeñas o medianas.
Tipos de pymes
Microempresas:
- Tienen entre 1 y 10 empleados.
- Facturación anual baja.
- Sistema de producción sencillo o artesanal.
Pequeña empresa:
- Tienen entre 11 y 50 empleados.
- Facturación anual mediana. Permiten la supervivencia del negocio y tienen un margen de ganancia.
- Atienden un mercado específico.
- Su objetivo es dedicarse a la producción, transformación o prestación de servicios para necesidades específicas.
Mediana empresa:
- Tienen entre 51 y 250 empleados.
- Facturación anual competitiva.
- Estructura más compleja.
- Tienen la necesidad de expandirse a otras ubicaciones dentro de una misma ciudad o en diferentes estados del país.
Estrategias financieras para las pymes
Ahora que puedes definir si tu empresa se cataloga como pyme y, específicamente, si se trata de una micro, pequeña o mediana empresa, es momento de encontrar la estrategia financiera que mejor se adapte a tus necesidades.
En México, el ciclo de vida de una pyme es de alrededor 7 años, pero, para evitar que la tuya forme parte de las estadísticas de cierre, es momento de enfocarnos en las estrategias financieras a implementar.
De forma general, la estrategia financiera para las pymes debe seguir los siguientes objetivos:
- Administración eficaz de los activos.
- Inversión sabia.
- Toma de decisiones relacionadas a la forma de financiar la empresa.
- Satisfacción de necesidades, tanto de clientes como de los empleados.
- Compensación a accionistas por el riesgo prestado.
Considerando estos objetivos, tomemos en cuenta que hay 2 tipos de estrategias financieras básicas: a corto y largo plazo.
La estrategia financiera a corto plazo puede basarse en el capital de trabajo, el financiamiento y la gestión del efectivo. Mientras que las de largo plazo involucra la inversión, la estructura financiera y la retención y repartición de utilidades.
Estrategia financiera a corto plazo
Capital de trabajo:
Está conformado por los activos circulantes o corrientes, por lo que es necesario establecer las proporciones en cuanto a los activos y pasivos corrientes generales de la empresa.
La estrategia sobre el capital se basa en la relación riesgo-rendimiento, encontrándonos con 3 planes de acción:
- Agresiva: implica asumir un riesgo significativo con el propósito de alcanzar un rendimiento máximo. Todos los activos circulantes se financian con pasivos circulantes, manteniendo un capital de trabajo neto relativamente pequeño.
- Conservadora: los activos circulantes se financian tanto con pasivos circulantes como con permanentes, manteniendo un capital de trabajo neto elevado. Se trata de una estrategia de bajo riesgo, al operar de manera más holgada, sin las presiones asociadas a las demandas de los acreedores.
- Intermedia: combina las características de las estrategias anteriores para lograr un equilibrio entre el riesgo y el rendimiento. Busca la participación de fuentes permanentes para asegurar el funcionamiento continuo de la empresa sin incurrir en costos elevados, con el objetivo de alcanzar un rendimiento aceptable.
Financiamiento corriente:
Se trata del pasivo circulante que reporta un costo financiero. Está compuesto de:
- Fuentes espontáneas: cuentas por pagar, salarios, sueldos, impuestos y otras retenciones. No presentan un costo financiero explícito.
- Fuentes bancarias y extra bancarias: préstamos y créditos recibidos de bancos u organizaciones. Sí presentan un costo financiero explícito.
Si buscas financiar tu pyme, asegúrate de aprovechar los descuentos por pronto pago, que el ciclo de pago vaya de acuerdo a la estrategia de capital de trabajo que implementes o si te conviene más acudir al financiamiento de fuentes bancarias.
Gestión de efectivo:
La estrategia en cuanto al manejo del efectivo se ve directamente relacionada con la estrategia de capital de trabajo. Sin embargo, se pueden destacar algunas acciones a implementar:
- Reducción de inventario: asegurándote de no incurrir en pérdidas de venta por escasez.
- Aceleración de cobros: muchos pueden decidir tomar acciones restrictivas, pero puede ocasionar la pérdida de ventas futuras. Es mejor implementar beneficios por pagos anticipados o en tiempos, o aplicar descuentos por pagos a contado. Este último solo si tu solidez económica lo permite.
- Retraso de pagos: aprovecha cualquier descuento favorable, pero si tienes oportunidad de retrasar los pagos que debas hacer lo más posible, aprovéchalo. Solo, toma en cuenta no poner en riesgo la reputación crediticia de la empresa.
No pierdas de vista la planificación financiera y del uso del presupuesto en caja para cumplir tu estrategia en cuanto al efectivo. Una buena administración del efectivo te permitirá mantener la liquidez.
Estrategia financiera a largo plazo
Inversión:
Se destacan cuatro estrategias en cuanto a la inversión: ofensiva, defensiva, de reorientación y de supervivencia. Las primeras tres suelen enfocarse en el crecimiento, mientras que la última involucra acciones de no crecimiento o desinversión.
Si se trata de buscar el crecimiento, es importante definir cómo se llevará a cabo:
- Crecimiento interno: expansión debido a alta demanda, identificación de nuevos productos o servicios, o mejora de la competitividad.
- Crecimiento externo: eliminación de la competencia por medio de fusiones o adquisiciones horizontales, o eliminar barreras con clientes y proveedores a través de fusiones o adquisiciones verticales.
También se puede trabajar la estrategia de invertir excedentes financieros de modo rentable, diversificando la cartera para reducir el riesgo y maximizar el rendimiento.
En cuanto a la desinversión o las estrategias de supervivencia, se debe analizar la posibilidad de la misma, manteniendo el nivel de activos actual o evaluar si es necesario vender parte de los mismos para garantizar la supervivencia.
Estructura financiera:
Para determinar la estructura, se pueden usar métodos como:
- Utilidad antes de intereses e impuestos - Utilidad por acción.
- Utilidad antes de intereses e impuestos - Rentabilidad financiera.
- Método de rentabilidades basado en el flujo de efectivo.
Los tres ayudan a encontrar una estructura que, a partir de un resultado económico específico, contribuye al mejor rendimiento en términos de utilidad por acción, rentabilidad financiera o flujo de efectivo por inversión.
De forma general, el más recomendable es el método de rentabilidades basado en el flujo de efectivo, pues mejora la eficiencia desde la perspectiva de liquidez. Si la estrategia resulta en un mayor flujo de efectivo por inversión, contribuye al éxito de otras estrategias funcionales y, por ende, a la principal.
Retención y reparto de utilidades:
Al hablar de la retención o repartición de utilidades, se deben considerar los factores como:
- Posibilidad de préstamos a largo plazo.
- Oportunidades de retribución para dueños en inversiones alternativas.
- Mantenimiento del precio de las acciones, en el caso de sociedades anónimas.
- Entre otros.
Es una estrategia finamente relacionada con la estructura financiera, pues afecta directamente al financiamiento permanente, provocando cambios en las fuentes permanentes de la empresa.
Los métodos y criterios cuantitativos para definir esta estrategia son los mismos que se aplican a la estructura financiera. Además, los efectos anticipados pueden evaluarse cualitativamente.
Pero, al trabajar tu estrategia en cuanto al reparto de utilidades, debes orientarla a respetar la estructura financiera óptima. De cualquier modo, en caso de necesitarlo, puedes considerar desviaciones temporales para obtener el financiamiento necesario.
Es una decisión que debe tomarse con precaución, evitando violar los parámetros de liquidez para el funcionamiento normal de la empresa y sus objetivos.
Arma tu estrategia financiera
Ahora que conocemos los fundamentos sobre los que una estrategia financiera se sostiene, te compartimos un paso a paso general que puedes utilizar. Toma en cuenta que debes adaptarla a tus necesidades particulares, tus objetivos y la situación financiera de tu pyme.
- Establecer los objetivos financieros: define objetivos claros y alcanzables, puede incluir metas de ingresos, márgenes de beneficios, expansión de mercado, entre otros.
- Evaluar la situación actual: haz un análisis de la situación financiera actual de tu pyme. Examina estados financieros, balances y deudas.
- Identificar fortalezas y debilidades: reconoce las fortalezas y debilidades financieras de la empresa. Implica evaluar la eficiencia operativa, la gestión del inventario, entre otros.
- Planificación presupuestaria: desarrolla un presupuesto detallado que refleje los ingresos previstos, gastos operativos y otras salidas de efectivo. Ajústalo según las metas establecidas.
- Gestión del flujo efectivo: considera las estrategias mencionadas en cuanto a la gestión del flujo de efectivo e implementa las prácticas que mejor te acomoden. Monitorea y proyecta los flujos para asegurar la disponibilidad de recursos.
- Estrategias de financiamiento: evalúa las opciones de financiamiento disponibles. Toma en cuenta lo expuesto en el punto de financiamiento corriente.
- Política de cobranza y pago: establece políticas de cobranza y pago claras. Asegúrate de que los clientes paguen a tiempo y negocia los términos de pago favorables con proveedores.
- Diversificación de ingresos: no pongas todos los huevos en una misma canasta. Considera estrategias para diversificar tus fuentes de ingreso.
- Reserva de emergencia: crea una reserva de emergencia para hacer frente a situaciones imprevistas, de modo que tengas una red de seguridad financiera.
- Evaluación y ajuste continuo: evalúa la efectividad de tu estrategia y ajusta el enfoque según sea necesario.
Consigue tus objetivos financieros
Pon en práctica todo lo que mencionamos en este artículo para conseguir el crecimiento de tu empresa. No permitas que tu pyme forme parte de las estadísticas de cierre y cumple tus objetivos financieros. Complementa tu estrategia financiera con las herramientas adecuadas que te permitan un fácil manejo administrativo de tus recursos, puedas dar un seguimiento a los movimientos y monitorear tu salud económica.
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